DAI ES MUCHO DAI
DAI ES MUCHO DAI
Al acabar DAI 1 escribí un resumen del curso con la idea principal de que hasta el momento, era la asignatura más diferencial de la carrera y la que más había marcado mi cuatrimestre. Para mi familia, los locos de DAI eran esos que me hacían colonizar el papel (algo que aunque ahora suene habitual y evidente de primeras tiene un cierto punto cómico en lo pedante de la afirmación), ir a una exposición y luego dibujar en una plaza en tiempo de clase, doblar unos papeles y fotografiarlos exhaustivamente, ir a las tablas dos veces por semana o incluso llegar a casa contento por haber pegado una silla al techo con cinta americana para dar un toque dadaísta a mi bulto (a secas) a escala real. Para unos padres que han estudiado ADE y una hermana que no hace más que empollar plantas y medicamentos en Farmacia eso no era una carrera, para mí era más que una carrera.
Como podéis suponer nunca salía de mi boca una palabra a cerca de lo aburrido que había sido caracterizar subespacios vectoriales o aprenderme los numerosos nombres raros de arquitectos del siglo XX. Por lo tanto para amigos y familia, me pasaba los días pintando dibujos de manicomio como los llamaba uno de mis mejores amigos o dándome paseos para dibujar perspectivas. Y aunque me estoy repitiendo un poco, a consecuencia de esto, siempre será mi mayor recuerdo del primer cuatrimestre en la carrera.
Tampoco os voy a engañar, los primeros meses de curso pensé varias veces que me habían tocado unos colgaos y que yo no valía para ese tipo de cosas que me pedían, lo cual tampoco me preocupaban ante la poca relación que veía entre ello y mi concepción de la profesión de arquitecto. Sin embargo, la realidad es que si te dejas, DAI te atrapa y al final te acabas dando cuenta de que ya eres un colgao como tus profesores y estas escribiendo un soneto a los odiados dibujos de cajas.
Uno de los primeros días de clase un antiguo alumno nos dijo "en DAI 1 no os enteráis de nada y luego en DAI 2 empezáis a verle sentido". Cuando ves sentido a DAI es cuando te atrapa y empiezas a verlo todo de otra manera, empiezas a pensar como un arquitecto. Hace unas semanas, en el proceso de crear la polémica máscara de Proyectos, pedí a mi madre que me ayudara a sacar unas fotos. Tras sus dificultades para encontrar un buen encuadre, me propuso cambiar los papeles para ver como quería que fuera la imagen. En cuanto se colocó el trozo de plástico fundido vi que eso no iba a funcionar y le dije "Mamá dejalo que no tienes la forma de ver las cosas que te da esta carrera", pero lo que quería decir realmente es: "déjalo que no has dado DAI 1".
No me atrevo a ennumerar todo lo que me enseñó esta asignatura pero me gusta compararlo con unas gafas que te permiten ver todo de otra forma y consecuentemente modificarlo, representarlo o especialmente crear a partir de ese punto de vista. En cuanto te pones esas gafas todo vuela y comienzas a disfrutar y graduar esas gafas para ver incluso mejor.
En DAI 2 cambia la escala de todo y entra en juego la rigurosidad y el análisis, pero no hay nada de lo que preocuparse si llevas tus gafas y ganas de seguir mejorándolas. DAI 2 convive con otras asignaturas que compiten por esa diferencialidad y para las cuales las gafas tambien ayudan enormemente. Lo de pasarse el día en el rastro compite de repente con hacer una maqueta de madera curvada con vapor, lo cual crea una imagen también bastante cómica y chocante.
Me encanta que Álvaro, Enrique y Paco tengan ideas tan contrarias al "Grupo 4!", ya que considero que eso mejora enormemente mi formación. Creo que lo importante es que ambos son radicales con su forma de enseñar y eso me permite quedarme con cosas en común y potenciarlas, y elegir algo de cada lado.
DAI 2 ha conseguido que saque mucho de mi potencial y que por lo tanto aprenda muchísimo y me arme para próximas asignaturas. Estoy muy contento con mis resultados tanto a nivel de calificaciónes como aprendizaje y no tengo más que palabras de agradecimiento por este año que tanto me ha formado profesionalmente y como persona. Dai me ha confirmado que esas gafas me quedan bien, que he elegido bien cómo quiero que sea mi futuro.
Ha sido un segundo cuatrimestre complicado ante la situación actual del mundo, sin embargo DAI se ha adaptado perfectamente. Adaptarse implica cambiar, igual esa parte crítica y de comentarios y opiniones presenciales tiene que dar lugar a unas críticas más pobres potenciadas por charlas que mejoran nuestro criterio enormemente como las de Peter Cook. DAI no descansa y siempre está a la vanguadia, y aunque ha sido bastante duro lidiar con la carga de trabajo sin poder desconectar ni un momento, ha adquirido un carácter digital que complementa también nuestras habilidades.
Cada hora invertida en DAI ha merecido la pena y lo echaré tremendamente de menos próximamente. Será duro sin duda cambiarla por Física. Sin embargo, una manera muy buena de ir por el mundo es ver todo como un comienzo, y este es el comienzo de una etapa en la que DAI seguirá en mi vida, y es que DAI está en todos lados, DAI es omnipresente. Bueno quizá me este pasando pero ahora que tengo las gafas tendré que salir a ver las vistas.
Al acabar DAI 1 escribí un resumen del curso con la idea principal de que hasta el momento, era la asignatura más diferencial de la carrera y la que más había marcado mi cuatrimestre. Para mi familia, los locos de DAI eran esos que me hacían colonizar el papel (algo que aunque ahora suene habitual y evidente de primeras tiene un cierto punto cómico en lo pedante de la afirmación), ir a una exposición y luego dibujar en una plaza en tiempo de clase, doblar unos papeles y fotografiarlos exhaustivamente, ir a las tablas dos veces por semana o incluso llegar a casa contento por haber pegado una silla al techo con cinta americana para dar un toque dadaísta a mi bulto (a secas) a escala real. Para unos padres que han estudiado ADE y una hermana que no hace más que empollar plantas y medicamentos en Farmacia eso no era una carrera, para mí era más que una carrera.
Como podéis suponer nunca salía de mi boca una palabra a cerca de lo aburrido que había sido caracterizar subespacios vectoriales o aprenderme los numerosos nombres raros de arquitectos del siglo XX. Por lo tanto para amigos y familia, me pasaba los días pintando dibujos de manicomio como los llamaba uno de mis mejores amigos o dándome paseos para dibujar perspectivas. Y aunque me estoy repitiendo un poco, a consecuencia de esto, siempre será mi mayor recuerdo del primer cuatrimestre en la carrera.
Tampoco os voy a engañar, los primeros meses de curso pensé varias veces que me habían tocado unos colgaos y que yo no valía para ese tipo de cosas que me pedían, lo cual tampoco me preocupaban ante la poca relación que veía entre ello y mi concepción de la profesión de arquitecto. Sin embargo, la realidad es que si te dejas, DAI te atrapa y al final te acabas dando cuenta de que ya eres un colgao como tus profesores y estas escribiendo un soneto a los odiados dibujos de cajas.
Uno de los primeros días de clase un antiguo alumno nos dijo "en DAI 1 no os enteráis de nada y luego en DAI 2 empezáis a verle sentido". Cuando ves sentido a DAI es cuando te atrapa y empiezas a verlo todo de otra manera, empiezas a pensar como un arquitecto. Hace unas semanas, en el proceso de crear la polémica máscara de Proyectos, pedí a mi madre que me ayudara a sacar unas fotos. Tras sus dificultades para encontrar un buen encuadre, me propuso cambiar los papeles para ver como quería que fuera la imagen. En cuanto se colocó el trozo de plástico fundido vi que eso no iba a funcionar y le dije "Mamá dejalo que no tienes la forma de ver las cosas que te da esta carrera", pero lo que quería decir realmente es: "déjalo que no has dado DAI 1".
No me atrevo a ennumerar todo lo que me enseñó esta asignatura pero me gusta compararlo con unas gafas que te permiten ver todo de otra forma y consecuentemente modificarlo, representarlo o especialmente crear a partir de ese punto de vista. En cuanto te pones esas gafas todo vuela y comienzas a disfrutar y graduar esas gafas para ver incluso mejor.
En DAI 2 cambia la escala de todo y entra en juego la rigurosidad y el análisis, pero no hay nada de lo que preocuparse si llevas tus gafas y ganas de seguir mejorándolas. DAI 2 convive con otras asignaturas que compiten por esa diferencialidad y para las cuales las gafas tambien ayudan enormemente. Lo de pasarse el día en el rastro compite de repente con hacer una maqueta de madera curvada con vapor, lo cual crea una imagen también bastante cómica y chocante.
Me encanta que Álvaro, Enrique y Paco tengan ideas tan contrarias al "Grupo 4!", ya que considero que eso mejora enormemente mi formación. Creo que lo importante es que ambos son radicales con su forma de enseñar y eso me permite quedarme con cosas en común y potenciarlas, y elegir algo de cada lado.
DAI 2 ha conseguido que saque mucho de mi potencial y que por lo tanto aprenda muchísimo y me arme para próximas asignaturas. Estoy muy contento con mis resultados tanto a nivel de calificaciónes como aprendizaje y no tengo más que palabras de agradecimiento por este año que tanto me ha formado profesionalmente y como persona. Dai me ha confirmado que esas gafas me quedan bien, que he elegido bien cómo quiero que sea mi futuro.
Ha sido un segundo cuatrimestre complicado ante la situación actual del mundo, sin embargo DAI se ha adaptado perfectamente. Adaptarse implica cambiar, igual esa parte crítica y de comentarios y opiniones presenciales tiene que dar lugar a unas críticas más pobres potenciadas por charlas que mejoran nuestro criterio enormemente como las de Peter Cook. DAI no descansa y siempre está a la vanguadia, y aunque ha sido bastante duro lidiar con la carga de trabajo sin poder desconectar ni un momento, ha adquirido un carácter digital que complementa también nuestras habilidades.
Cada hora invertida en DAI ha merecido la pena y lo echaré tremendamente de menos próximamente. Será duro sin duda cambiarla por Física. Sin embargo, una manera muy buena de ir por el mundo es ver todo como un comienzo, y este es el comienzo de una etapa en la que DAI seguirá en mi vida, y es que DAI está en todos lados, DAI es omnipresente. Bueno quizá me este pasando pero ahora que tengo las gafas tendré que salir a ver las vistas.
Al igual que con todos tus textos (como aquel soneto o aquella oda)... flipando con este. Brutal la metáfora de las gafas y la forma en que lo redactas...
ResponderEliminar¡"Salgamos a ver las vistas"!